miércoles, 8 de diciembre de 2010

ENTREVISTA EN LA REVISTA CULTURAL CUBANA LA JIRIBILLA Nº 359, MARZO 08

ENTREVISTA CON JUAN MIGUEL MORALES
Fotografía y música en una misma mirada
Yinett Polanco • La Habana
Fotos: La Jiribilla
Como parte de esta semana de homenaje a Luis Eduardo Aute en Cuba, culminación del festival Barnasants de España, se exhibió en la galería del Teatro Auditórium Amadeo Roldán la muestra fotográfica 12+1, un recorrido por algunos de los rostros más representativos de las diferentes generaciones de la trova cubana, bajo la fotografía tutelar del reconocido cantautor catalán. El autor de esta muestra que agrupa las imágenes de Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Vicente y Santiago Feliú, Amaury Pérez Vidal, Carlos Varela, Sara González, Liuba María Hevia, Gerardo Alfonso, Frank Delgado y Karel García, es el fotógrafo español Juan Miguel Morales. Responsable de fotografía de las revistas musicales catalanasEnderrock y Folc, Juan Miguel también es autor de diferentes portadas de discos de Joan Manuel Serrat, Lluís Llach, María del Mar Bonet, Joan Isaac, Carlos Cano y otros. Ha editado los libros Retrats de cantants i músicsRetratos de cantantesMón Llach y Lluís Llach, sempre més lluny, El Chile de Víctor Jara y Víctor Jara. Te recuerda Chile. Además ha realizado reportajes y exposiciones sobre Bosnia, Guatemala y la cultura andina. 
En su quehacer como fotógrafo hay dos vertientes, una en torno a los músicos y otra, menos conocida, ligada a los temas sociales, ¿podría ahondar un poco en este último aspecto de su labor?
En efecto esas son las dos tendencias dentro de mi trabajo. La fotografía para mí es un modo de vivir, me ayuda a asomarme a ciertos temas sociales, conflictos políticos o cualquier situación del ser humano que me parezca interesante, porque la cámara lo justifica de algún modo. Mi interés de hacer fotografía social es puramente egoísta, pues es para conocer de primera mano el mundo. 
En el caso de la otra vertiente de su fotografía, ¿qué hay de especial en la música para que su obra se haya circunscrito fundamentalmente alrededor de ella?
La música, y en concreto la canción de autor, me sirvió desde niño para acercarme al mundo, para conocer y comprender a poetas; me interesa mucho cómo los diferentes trovadores hablan del amor, de la muerte, del paso del tiempo, de la existencia. Lo que más me importa es el ser humano, y la música es la primera expresión artística que me atrae, la palabra cantada. Nunca quise ser un trovador, pero sí me gustaba de pequeño dibujar, la imagen plástica me llamaba mucho más la atención para desarrollarme que tocar una guitarra. Al final me convertí en fotógrafo, pero quise rendirle homenaje a esta gente del mundo de la canción que estaba tan ninguneada en la cultura oficial y quise hacerlo con colecciones de retratos dedicados a ellos. Comencé con una colección de retratos dedicada a los trovadores catalanes porque de algún modo les debía algo, fijar mi mirada en ellos porque me habían enseñado a desarrollar una cierta sensibilidad hacia la vida que me ha servido después. A partir de ahí se abrió un camino, porque las cosas siempre son así, medio causales y medio casuales.

Contar un relato siempre, eso es lo máximo, una foto es como un poema, porque encierra un motón de cosas en esa instantánea, un reportaje sería una narración, como un texto desarrollado. No siempre lo consigues, pero lo máximo es hacer una foto con un contenido, porque eso es lo que la hace trascendente, no solo algo plástico. Esa búsqueda intrínseca siempre está, pero después con X personajes se da algo especial. A mí me gusta mucho trabajar con trípode, disparador, si es posible en el entorno del personaje o en un lugar escogido por él, donde se sienta cómodo, rodeado de cosas que de algún modo me estén dando información, así me puede dar algo suyo casi sin percatarse. A veces se consigue y a veces no, eso depende también de si hubo una relación recíproca de simpatía, aunque a veces la antipatía tiene mucho que decir. 
¿Qué busca revelar cuando va a fotografiar a alguno de estos cantautores?
¿Tiene fotografiado algún otro grupo grande de intérpretes aparte de los españoles y los cubanos?
Tengo una colección de retratos de diferentes músicos del estado español: andaluces, vascos, catalanes, madrileños, de toda la península. Eso se ha convertido en mi profesión, trabajo para revistas de música, hago portadas de discos, etcétera, pero además cuando hago alguna galería personal sigo más o menos esa línea. Como vivo en Cataluña tengo desarrollado sobre todo el retrato de catalanes, porque es gente con la cual convivo, me encanta trabajar con cosas cercanas porque siempre la mirada será menos exótica. A mí me da mucho miedo retratar La Habana, porque sé que miro como extranjero y voy a hacer fotos de extranjero; intento huir de eso pero es complicado. Me interesa mucho fotografiar lo que tengo cerca porque normalmente es lo menos mirado. Tengo una colección de cubanos, pero antes hice un trabajo sobre la comunidad quechua aymará en Perú y Bolivia, incluso acabé trabajando para discos de Manuelcha Prado y Walter Humala, dos trovadores de la nueva canción peruana y retraté a varios músicos de allí, ese es un trabajo inédito. Después hice un trabajo que se llamó El Chile de Víctor Jara, publicado allí y luego en el estado español como Víctor Jara te recuerda Chile donde también se montó una exposición, Joan Jara vino a Barcelona a la inauguración, fue un trabajo que hice con el periodista Omar Jurado. En ese caso Víctor Jara servía de excusa para hablar de Chile, de la nueva canción chilena, de la música popular, estaba presente una mirada sobre Latinoamérica. 
¿Por qué escogió la trova cubana?
Había terminado el libro de Víctor Jara y tenía ganas de hacer algún trabajo por Latinoamérica. Soy simpatizante de la Revolución Cubana y me interesaba mucho conocer profundamente esta realidad y siempre intento ligarlo todo con el tema de la música porque me permite conocer a la gente, porque la música te ayuda a conocer al pueblo que la hace, la cubana es una música mestiza, porque es un pueblo mestizo, y la música te habla del pasado, presente y futuro de ese pueblo. 
Está trabajando en un libro sobre trovadores cubanos.
Es un libro sobre los músicos cubanos, no exactamente sobre la trova, está sobre todo la trova porque me interesa mucho, pero pretendí tener una mirada general de la música popular cubana, por lo tanto, se incluyen retratos de Esther Borja, Lucía Lago, Richard Egües, hasta gente del rap.

Absolutamente. El libro será sobre todo fotográfico pero tendrá breves textos que explicarán los personajes y los diferentes géneros, y pretende que sea también un modo de acercarse a Cuba, desde mi perspectiva, desde mi pequeño aporte. 
La exposición 12+1 fue entonces un brevísimo pincelazo de lo que será este libro.
Está trabajando en un libro de Aute que por ahora está detenido, pero la foto suya que formó parte de 12+1, ¿integra ese libro en preparación?
Seguro. El libro ahora mismo está parado pero voy haciendo material de Aute y, por supuesto, me encantaría en un momento determinado que todo ese material se recogiera y se pudiera leer. 
Ha participado en otros festivales Barnasants, aparte de haber finalizado este año en otro lugar, ¿qué diferencias podrían establecerse con años anteriores?
Este es un festival catalán de canción de autor, organizado por Pere Camps hace 13 años que se ha ido transformando y consolidando. Un festival de canción en el siglo XXI es complicado porque debes luchar con un contexto adverso. Pere es una persona llena de sueños, de ilusiones, consigue cosas imposibles pero él no se lo plantea, por lo tanto, las consigue. Lo que he observado es una gran evolución. Barnasants se llama así porque Barna es un modo de llamar a Barcelona y Sants es un barrio de Barcelona, o sea comenzó como un Festival de barrio, durante los primeros años los conciertos se hacían en un sitio de allí llamado Las cocheras de Sants, y poco a poco fue ocupando toda la ciudad, y ahora ha llegado hasta La Habana. Al parecer las ilusiones de Pere Camps no eran en balde, porque no debe existir otro festival de una localidad que acabe en otro continente y esto se ha conseguido con Barnasants, homenajeando a un personaje como Aute, que es una maravilla, un maestro que nunca ha dejado de ser aprendiz y esto es algo muy difícil de conseguir.